Desde la comodidad del "hogareño" hasta sus bunkers, las awelas presentan este laboratorio creativo en medio de la pandemia mundial. Jóvenes treintañeras, La Pruzzo y Rossy, tienen la necesidad de reír, llorar, bailar contar hasta mil!
Pelar el cable y reconstruir espacios ya habitados pero no explorados quizás a profundidad, yoga, alcohol, introspección y llanto, teatro y baile. Todos los jueves el desborde de emociones necesarios para continuar en cuarentena.